sábado, 30 de marzo de 2013

Mis pececitos doraos - Cine: Alta fidelidad de Stephen Frears

¿Os ha ocurrido alguna vez visionar una película y, mientras van pasando las imágenes, empezar a sudar, sentir escalofríos, quedarte con la boca abierta y girarte a derecha e izquierda en el cine para comprobar que lo que estás viviendo es cierto y no una de tus puñeteras pesadillas? No. No estoy hablando de haber visto alguna película de miedo que te ha dejado huella. Me estoy refiriendo a ver una película donde llegas a preguntarte si el guionista es algún conocido tuyo que ha utilizado parte de tu propia vida para recrear el mundo de los personajes que estás viendo en la pantalla. A mí me ocurrió con Alta fidelidad, y me vi tan reflejado en el personaje interpretado por John Cusack que ni yo mismo me lo podía creer. 
Alta fidelidad fue estrenada en el año 2000, dirigida por Stephen Frears y está basada en la novela homónima que Nick Hornby había escrito pocos años antes. 
La película es tan semejante al novela -excepto en el hecho que Nick Hornby la ambientó en Londres y Stephen Frears en Chicago-, que el mismo autor comentó al verla: "A veces parece una película en la que Cusack está leyendo mmi libro"
Rob, propietario de una tienda de discos, acaba de ver como su novia rompe la relación y abandona el cuchitril donde vivían juntos. A partir de ese momento, y fluyendo entre una banda sonora exquisita y unos personajes soberbios –Jack Black y Todd Louiso inconmensurables en los papeles de dependientes de la librería, y Lisa Bonet preciosa y excitante como la artista Marie DeSalle-, John Rob Cusack inicia una regresión hacia su adolescencia a través del recuerdo y búsqueda de sus grandes amores – Catherine Zeta-Jones y Lily Taylor entre otras-. 
Amor, romanticismo, amistad, deseos, realidades, frustraciones, sueños y decepciones, todos los sentimientos del ser humano bañados, rehogados, aliñados y aderezados por la música, verdadero protagonista de toda la historia que nos lleva de un tema a otro, de un estilo a otro, de una relación a otra, de un diálogo a otro sin tregua, sin pausa y con un sentido del humor contagioso. 
No conozco personalmente a Nick Hornby, ni a Stephen Frears ni, aunque me encantaría, a John Cusack pero con Alta fidelidad me dieron de lleno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario