sábado, 24 de abril de 2021

Trilogía de El tiempo del exilio de Jordi Sierra i Fabra


Mayo de 1939. Un hombre, una mujer y dos familias embarcan en el Sinaia con cientos de exiliados más de la guerra civil española para iniciar una nueva vida en México. El destino de cada uno de ellos tejerá una historia de encuentros y desencuentros, amores y tragedias, a la espera de un regreso a España que, poco a poco, se irá haciendo imposible.

Los años oscuros es la primera parte de la trilogía El tiempo del exilio, cuyos segundo y tercer volumen son Los años de la espera y Los años rojos.

Opinión: Soy un ferviente admirador de la forma de escribir de Jordi Sierra i Fabra… ¡desde que, a los trece años, me compré su colección de la Historia de la Música Rock y su biografía de David Bowie! Pero, con el paso de los años, su prolífica carrera literaria me ha brindado innumerables e inolvidable momentos con, por ejemplo, las maravillosas sagas del Inspector Mascarell o del comisario Soler, así como buena parte de sus libros -Morbo, Frío, Los espejos de la noche, El gran sueño y un largo etcétera-.
No obstante, la sensación de realidad escrita en su total e imperfecta perfección, la digestión lenta, sosegada y absorvente, el seguimiento adictivo, meticuloso y casi, puntillista de la vida de las familias Puig y Alcaraz, de Lorenzo Vilá y Beatriz Aguirre, de los Arana y tantos otros personajes que conforman esta trilogía que, la lectura de sus tres volúmenes, se convierte en una especie de comunión con las letras, con las páginas ya leídas y con las ansiosas de serlo..
La trilogía de El tiempo del exilio es, en mi humilde opinión, una obra maestra de la literatura coral e histórica, que merecería ser de obligada lectura para toda aquella juventud que empieza a reflexionar sobre la vida, el universo y todo lo demás (Douglas Adams dixit) y, de este modo, no olvidar lo que tuvieron que lidiar, luchar, amar, odiar y vivr una inmensa mayoría de nuestras abuelas y abuelos.

Valoración personal (de 0 a 10): 9

jueves, 11 de marzo de 2021

Cuando sepas la verdad de Marcos Paricio


Un grupo de delincuentes secuestra a una mujer pero acaban acorralados por la policía en el interior de un bar con la única protección de su rehén, quien parece ocultar un terrible secreto.

La situación se vuelve aún más tensa cuando entran en escena un peculiar negociador y el marido de la víctima, un siniestro personaje que actuó como espía al servicio del CNI.

Ninguna de las piezas parece encajar y aparentemente todo lo sucedido ha sido fruto del azar.

Pero lo que ninguno de ellos, delincuentes, víctimas o policías, son capaces de sospechar es que todo ha sucedido por un motivo.

Todo ha sido planeado para que, finalmente, se sepa la verdad.

Opinión: Cuando sepas la verdad es un auténtico y genuino juego de apariencias, un elaborado, milimétrico y perfecto puzzle literario donde las piezas que, en un primer momento creías que no podían unirse, se abocan a un exacto acoplamiento.

Cuando sepas la verdad, escrita por Marcos Paricio, es una sucesión absorvente, intrincada, excitante y magnética que no te permite apartar la vista de sus páginas y se exige leer todas y cada uno de las palabras escritas porque, si te saltas alguna, puede que te hayas perdido uno de los bruscos y magníficos giros por los que deviene la trama

La novela se inicia con una descripción de una situación que provocó muchos ríos de tinta en su momento, como fue la zambullida que el, por aquel entonces ministro de información y turismo del gobierno de Franco, Manuel Fraga Iribarne, realizó en la playa de la localidad almeriense de Palomares tras el accidente aéreo de dos aeronaves estadounidenses y la caída de cuatro bombas termonucleares.

Tras esta introducción, Cuando sepas la verdad se encarga de desmontar una a una las posibles suposiciones que vas realizando durante su lectura hasta llegar a un final totalmente imprevisto pero, a su vez, perfecto en su elaboración.

Libro altamente recomendable y que te deja con ganas de leer más novelas de este autor.

Valoración personal (de 0 a 10): 8,8


martes, 9 de marzo de 2021

El chico de las bobinas de Pere Cervantes

Barcelona, 1945. Nil Roig es un chiquillo que se pasa el día en bicicleta transportando de un cine a otro viejas bobinas de películas. El día de su decimotercer cumpleaños es testigo de un crimen cometido en el portal de su casa. Mientras el asesino huye después de haberlo amenazado de muerte en caso de no mantener la boca cerrada, el moribundo le entrega el misterioso cromo de un actor de cine de la época; un objeto perseguido y anhelado por un excomandante de la Gestapo y un policía sin escrúpulos. El hecho de que el moribundo le dé el cromo a Nil pronunciando el nombre de David, el padre desaparecido del muchacho, arrastrará a este a resolver un secreto del pasado por el que pagará un alto precio.

En una Barcelona de claroscuros, El chico de las bobinas nos habla de la incomparable fortaleza de esas mujeres, víctimas de la guerra, que enseñaron al mundo cómo sobrevivir, y de esas salas de cine de barrio que permitieron soñar en los años de plomo y se convirtieron en refugio de infancias maltrechas. Un thriller nostálgico cargado de emotividad y misterio que nos muestra la fragilidad y la ambigüedad de la naturaleza humana.


Opinión: Hay novelas por la que, aún antes de deslizar su portada y encontrarte con la primera página, sabes que será un idilio literario entre ambas partes; Barcelona, postguerra, cine, en definitiva lianas entramadas conformando un perfecto cesto.

Pero todavía no lo has leído. ¿Será la trama hipnótica como te imaginas? ¿Cubrirá su lectura las expectativas que te has imaginado?

Tus dedos cierran el libro; Nil, su madre Soledad, Victor, Bernardo, Leo, …, unos personajes que me han acompañado todos los espacios libres de mis últimos días, unos personajes perfectamente descritos y que me han llevado de emoción en emoción durante toda la lectura de El chico de las bobinas, aún reconociendo que no soy un lector muy aficionado a novelas cuyos protagonistas sean niños. No obstante, todo se simplifica cuando la belleza de la historia, la crueldad de la realidad y la inmensa dificultad en convertir la escritura en sencillez leída hacen que el libro de Pere Cervantes sea una de las mejores novelas que he tenido el placer de gozar en los últimos meses.


Valoración personal (de 0 a 10). 8,9

viernes, 5 de marzo de 2021

Linea de fuego de Arturo Pérez-Reverte

En la noche del 24 al 25 de julio de 1938, durante la batalla del Ebro, 2.890 hombres y 14 mujeres de la XI Brigada Mixta del ejército de la República cruzan el río para establecer la cabeza de puente de Castellets del Segre, donde combatirán durante diez días. Sin embargo, ni Castellets, ni la XI Brigada, ni las tropas que se le enfrentan en Linea de fuego existieron nunca. Las unidades militares, los lugares y los personajes que en esta novela aparecen son ficticios, aunque no lo sean los hechos ni los nombres reales en que se inspiran. Fue exactamente así como padres, abuelos y familiares de numerosos españoles de hoy combatieron en ambos bandos durante aquellos días y aquellos trágicos años.

La batalla del Ebro fue la más dura y sangrienta de cuantas se han librado en nuestro suelo, y sobre ella hay abundante documentación, partes de guerra y testimonios personales. Con todo eso, combinando rigor e invención, el autor más leído de la literatura española actual ha construido, no ya una novela sobre la Guerra Civil, sino una formidable novela de hombres y mujeres en cualquier guerra: un relato ecuánime y fascinante donde se recupera la memoria de nuestros padres y abuelos, que es también nuestra propia historia. Con Linea de fuego, Arturo Pérez-Reverte sitúa con sobrecogedor realismo al lector entre quienes, voluntarios o a la fuerza, estuvieron, no en la retaguardia, sino peleando en ambos bandos en los frentes de batalla.

Opinión: ¿Puede una novela bélica convertirse, sin percibirlo, sutilmente, en una oda poética? ¿Hasta qué extremo puede un autor llegar a ser domador del léxico para transformar una novela que describe el horror de una batalla encarnizada y, para más inri, con vocablos descarnados, a hechizar al lector hasta un límite que, este mismo lector, sonría, llore, padezca, se hiera e, incluso, muera con cada una de las particulares historias que conforman Linea de fuego?

Arturo Pérez-Reverte es un maestro de la nigromancia léxica, con poderes para invocar los espíritus agazapados de las palabras hasta convertirlas en plumas, puñales, abrazos y balas según la ocasión lo exija.

No obstante, debo ser sincero y hablar del sabor extraño que me dejó la finalización de la lectura de Linea de fuego; si los personajes, en lugar de llamarse Gines, Pato, Julián, Jaume, …, se hubieran llamado Julius, Porta, Hermanito, Viejo, Gregor, …, y si los hechos de la novela no ocurrieran en un inventado pueblo llamado Castellets del Segre sino en un poblado ucraniano llamado, por ejemplo, Kastelletskov del Dniéper, bien podría estar hablando de una novela de Sven Hassel.

Tras reflejar este detalle, no puedo dejar de sacarme el sombrero – como casi siempre – ante la hipnótica audacia literaria de Arturo Pérez-Reverte y su fábrica de palabras, al haber convertido una novela bélica, de casi setecientas páginas, en una experiencia emocional, vital y sobrecogedora.

Valoración personal (de 0 a 10). 8,3

miércoles, 16 de enero de 2019

Laín el bastardo de Francisco Narla


Era huérfano, y bastardo, pero su ilusión estaba clara: que cuando su padre, don Rodrigo Seijas, señor de San Paio, volviera de las Cruzadas, estuviera orgulloso de él. Por eso había escalado el roquedal hasta conseguir un polluelo de halcón, que criaría para regalárselo. Pero las malas noticias llegaron al fin: don Rodrigo no iba a volver. Y ahí empezó todo. Expulsado a golpes por su hermanastro, será acogido por Guy de Tarba, infanzón fiel al señor de la villa y, con él, Laín se embarcará en un viaje lleno de peligros y aventuras. Desde Galicia, pasarán los Pirineos y, ya en Venecia, embarcarán hacia la Palestina y allende ultramar. Perseguido por los templarios, será traicionado, embaucado, torturado…, pero se convertirá en un hombre, en un héroe. Y lo mantendrá vivo una única esperanza: la venganza. Como si fuera una cantiga moderna, Martín Códax nos relata la historia de Laín, el bastardo de de San Paio; la gesta del halconero, una historia de aventuras, conspiraciones y honor, sumergida en la época más turbulenta del medioevo europeo, desde la España de Alfonso X el Sabio hasta las lejanas tierras de Mongolia, donde la sombra del gran Gengis Kan sigue enmudeciendo a vivos y a muertos.

Opinión: Cuando un libro se cruza en tu camino, te seduce la portada, te interesa la temática, inicias su lectura y, sigilosamente, va adentrándose en tu interior; cuando tus ojos no pueden separarse del negro sobre blanco y tu mente se pierde entre los pliegues de su argumento; y cuando al finalizarlo, te sorprendes con una sonrisa de satisfacción que te ilumina el rostro, es que el autor ha conseguido lo que pretendía. Francisco Narla, a través de su subyugante, intenso y maravilloso personaje de Laín nos adentra en la España de casi finales del medievo para embarcarnos en un viaje que nos lleva desde la Venecia que, en pocos años, verá nacer a Marco Polo, nos retará a embarcarnos hacia Palestina y nos mostrará el orgullo mongol, dejando sangre, sudor y lágrimas por el camino, persiguiendo una utopía y demostrando que la fuerza de voluntad puede mover cordilleras.
He disfrutado tanto con la lectura de Laín, el bastardo que no cejaré en el empeño de conseguir que todas mis amistades terminen leyéndolo. Merece tanto la pena.

Valoración personal (de 0 a 10). 8,7

lunes, 30 de julio de 2018

La marca del inquisidor de Marcello Simoni


Roma, 1624. Se descubre el cadáver de un hombre aplastado en una prensa tipográfica. Un investigador cuyo pasado es un misterio, que utiliza métodos científicos y es experto en demonología y brujería, se hace cargo de la investigación. Con la figura de Girolamo Svampa nace un extraordinario detective que se enfrenta a un intrincado misterio justo cuando la difusión de la imprenta está empezando a resquebrajar los muros del oscurantismo.

Opinión: Girolamo Svampa, un dominico con un pasado tortuoso, es nombrado comisionado por el maestro del palacio del Vaticano para investigar un asesinato un tanto espeluznante; fray Pietro Rebiba, un consultor del Índice, es encontrado muerto en una imprenta. El cadáver está aplastado por la misma imprenta y en la boca tiene varias hojas de una de esas publicaciones que el Índice no quiere que se lean.
Un antagonista, aunque mejor sería definirlo como coprotagonista, es Francesco Capiferri, que también es dominico y secretario de la Congregación del Índice. Tiene una memoria prodigiosa, que es muy útil para él. Capifferi sospecha de Svampa porque no le gusta que un comisionado externo sea el que realice la investigación.
Y luego está Roma, que Marcello Simoni describe con precisión, quizás con excesiva precisión, una Roma que hace del convento de Santa Maria sopra Minerva, un prestigioso convento dominico, su corazón, pero que serpentea por las calles y callejones, iglesias y palacios, miserias y nobleza, religiosos y laicos, el Vaticano y el populacho. Sobre todo, una Roma de tipografías, con el fuerte olor de las tintas, las matrices de letras -se hace especial hincapié en las zoomorfas-, las máquinas, las familias tipográficas, las ligaduras y los distintos tipos de papel. Pequeños detalles que sin duda apreciarán aquellos que se mueven en el mundo de los libros pero que, para los profanos, llega a ser tedioso.
Hay todos los elementos para que La marca del inquisidor sea un thriller histórico de gran éxito comercial pero, a pesar de todo: título, portada, época, argumento,…, creo que yo no comulgaré con esta rueda de molino.
La historia está ambientada en la Roma del siglo XVII, y sin embargo el autor no ha logrado recrear el entorno histórico, la eclosión de los personajes me pareció insuficiente e incluso el estilo no ayuda.
En algunas de esas críticas de márqueting con las que las editoriales quieren promocionar sus novedades, llegaban a comparar a Marcello Simoni con Dan Brown o Umberto Eco. Pues vale, pues muy bien, pero para llegar al nivel de El nombre de la rosa o El código da Vinci, Marcello Simoni debe comer mucha sopa todavía.
Además, y no puedo dejar de mencionarlo, el protagonista, Girolamo Svampa, es un tipo que me cae mal y punto. De acuerdo que lo has pasado mal desde su infancia pero, por favor, deja tu mal humor, agresividad, mal carácter y malos modos a un lado. Te irá un poco mejor en la vida, Girolamo.

Valoración personal (de 0 a 10): 6,8

jueves, 26 de julio de 2018

Así es como se mata de Mirko Zilahy


Roma. Se encuentra el cuerpo de una mujer, su cuerpo ha sido horriblemente violado. Quienquiera que fuera, lo hizo con el cuidado meticuloso de un cirujano, usando instrumentos afilados para escenificar una muerte. La escena del crimen, debido a la lluvia, no proporciona elementos útiles para las investigaciones que se confían al comisario Enrico Mancini. Tras el primer asesinato, seguirán más, y más despiadados y la ciudad caerá en la pesadilla. ¿El comisario detendrá al asesino antes de que finalice su loco plan? ¿Será capaz de detener al asesino antes de mostrarle a todos que así es como se mata? La caza está abierta.

Opinión: Así es como es mata es una novela negra, elegante e inquietante. La única certeza de la larga historia es la duda, las mil preguntas que plantea al lector siguiendo el hilo conductor de los acontecimientos. Siete seres humanos, siete vidas, siete historias diferentes, siete asesinatos violentos. Muchos lados oscuros caracterizan las historias malditas que se esconden detrás de cada cadáver. El comisario Mancini, especializado en delitos en serie en Quantico, debe detener al asesino. Hay una amarga perversión en los asesinatos, una violencia que el comisario quisiera evitar pero no puede. Mancini es un hombre herido en el alma, ocultando sus dolores, sus fragilidades. Su esposa Marisa murió hace unos meses, llevada por una enfermedad incurable y no puede superar el inmenso dolor. Ya no tolera las puertas cerradas, siempre usa guantes como si quisiera poner una pared entre él y el mundo. Pero el mundo lo reclama, la policía lo reclama, las víctimas lo reclaman.
Dónde, qué, quién, cuándo, cómo y por qué. Estos son los elementos básicos para una investigación, como bien sabe Mancini, investigando con su equipo especial, formado por mujeres y hombres especiales. Casi sin vergüenza, el comisario pone los ojos en los pobres cuerpos destrozados por la violencia ciega de los demás. Es un espectáculo al que no se puede acostumbrar. Y ese olor. El olor del infierno que penetra en los meandros de su ser.
Sombra, este es el nombre con el que el asesino se autoproclama. Según Mancini, quien ha escrito un informe de su perfil criminal, Sombra es un hombre blanco, de 25-30 años, vive solo y es un asesino organizado. Planea la agresión, tiene una inteligencia superior a la media. Es muy fuerte. Él tiene un objetivo muy específico y hará todo lo posible para que esto suceda.
Lo sé, parecerá absurdo, pero he sentido mucho dolor por el asesino. Sin duda, su violencia no tiene justificación, pero cuando descubres el motivo del que nace tanta desesperación, llegas a entender por qué puedes sentir lástima por un asesino. Es fácil alinearse con el "bueno de la peli, sin embargo, es difícil relacionarse con el lado oscuro que está en cada uno de nosotros.
No obstante, debo decir que la novela se me ha hecho un tanto larga. Puedo comprender el dolor del comisario por la pérdida de su mujer, pero que me lo repita el autor hasta la saciedad cansa, y cansa mucho.

Valoración personal (de 0 a 10): 6,9

martes, 24 de julio de 2018

Rosy & John de Pierre Lemaitre


La bomba explotó correctamente; a este respecto, él tiene todos los motivos para estar satisfecho. Los supervivientes tratan de ayudar a las posibles víctimas. Jean se dirige al metro. Él no va a rescatar a nadie. Él es el que hace vivir las bombas.
Jean Garnier no tiene nada que perder en la vida: su madre está en la cárcel, su novia ha sido asesinada y no tiene trabajo. Enfrentado a este joven, Camille Verhoeven debe actuar con más delicadeza que nunca; ¿Es Jean una verdadera amenaza para todo el país, o simplemente un perdedor con delirios de grandeza?

Opinión: ¿Una trilogía tiene forzosamente que constar de tres partes? Pierre Lemaitre nos lo responde con este libro de 150 páginas, publicado entre los dos episodios titulados Alex y Camille y protagonizados por el gran inspector Camille Verhoeven, grande entre los más grandes, a pesar de sus escasos ciento cuarenta y cinco centímetros de altura.
Anne, la nueva compañera de Camille, solo interviene por SMS.
París es el objetivo de un terrorista. La primera bomba explota en plena rue Joseph Merlin, pero sin causar una sola víctima. Un joven es detenido. Se hace llamar Jean pero su verdadero nombre es John, y frente a todo el departamento informa que si no se satisfacen sus condiciones, en los próximos seis días explotarán seis bombas en otros tantos lugares céntricos de la capital francesa, entre ellos, junto a una escuela infantil. Jean pide un pasaporte y un billete de avión a Australia para él y su madre, Rosy, en prisión acusada de asesinato, cinco millones de euro y hablar única y exclusivamente con el comisario Camille Verhoeven.
Todos los departamentos policiales se ponen a trabajar para desentrañar la madeja urdida por una mente fría, calculadora y casi autista llamado Jean, excepto Camille, siempre brillante con la colaboración activa de su segundo, Louis.
En tres días, el caso será resuelto. Hora tras hora, seguimos el curso de la investigación a un ritmo acelerado, el suspense se mantiene hasta la última página, los personajes complejos y Camille en mejor forma que nunca. Son sólo ciento cincuenta páginas… ¡pero qué ciento cincuenta páginas! Como si estuviéramos leyendo un guión cinematográfico, Pierre Lemaitre nos adentra en las mentes de acusado y acusador, de policía y terrorista, ambos con unos intereses por encima de sus propias y con una tenacidad que convierte sus diálogos en partidas de ajedres.
Rosy & John es un divertimento fantástico de Pierre Lemaitre, concebido entre su anterior novella de la saga Verhoeven, Alex, y la que será la última protagonizada por el diminuto pero inmenso inspector, titulada como su nombre, Camille.

Valoración personal (de 0 a 10): 6,8

viernes, 20 de julio de 2018

Caribes de Alberto Vázquez-Figueroa


En el otoño de 1943, un terrible huracán arrasó Haití, devastando el Fuerte de la Natividad y dejando a su paso una trágica estela de muerte y destrucción. Por su parte, los feroces guerreros del sanguinario cacique Canoabó se encargaron de rematar y asesinar a los pocos españoles que habían conseguido sobrevivir a las fuerzas desatadas de la naturaleza. El canario Cienfuegos se convirtió en el único superviviente europeo en el Nuevo Mundo, y tuvo miedo... Segunda entrega de esta célebre saga, Caribes continúa las apasionantes aventuras de su protagonista en un mundo hostil y desconocido.

Opinión: Como es obvio, Caribes es la continuación de la anterior novela de la saga, Cienfuegos, donde empezamos a descubrir las aventuras y desventuras de este analfabeto pastor gomero que, por azar del destino y de la búsqueda incesante del amor perdido, se adentra –y nunca mejor dicho- en las bodegas que un barco que le lleva a las Américas de mano de Cristóbal Colón. Caribes no se adentra en la espesura de las junglas, tanto botánicas como humanas, de aquellas inexploradas, desconocidas y remotas islas caribeñas, nos sumerge en la podredumbre del ser humano al enfrentarnos a los hechos comprobados y demostrables de la bajeza del ser humano cuando se siente “superior” a otro, cuando ignorantes analfabetos se consideran superiores a seres humanos que, toda su vida han vivido en paz y armonía en su vergel selvático, sólo por el hecho de creerse superior por llevar pantalones y no taparrabos, o porque consideran que Dios –su Dios, por supuesto-, los ha llevado a predicar sus palabras a sangre y fuego.
En este aspecto, Caribes es una novela que te descoloca y te desubica con toda su crudeza, pero dejando que sea tu propia mente la que se sumerja, como si una cámara te mostrara los efectos de un modo impersonal pero efectivo, aunque, por otro lado, en términos novelísticos, Caribes no llega a la altura de su predecesora, quizás porque la idea de ese amor perfecto y, a veces tocable o, en otras ocasiones, imposible, me llega a cansar un poco.
Por esta misma razón, aunque transcurrió poco tiempo entre la lectura de Cienfuegos y Caribes, reconozco que pasará un tiempo prudencial hasta que me adentre en la tercera novela de la saga, titulada Azabache.

Valoración personal (de 0 a 10): 7

martes, 17 de julio de 2018

Nombres inadecuados de marcas (parte II)

Ya hace más de cinco años –y parece que fue ayer- que escribí sobre la dificultad en hallar un nombre de marca que sea potente comercialmente, sugerente, fácilmente recordable y con un buen punch directo al cerebro del consumidor final, al igual que dejé unos cuantos ejemplos de nombres de marcas que, bien por su falta de gusto, doble interpretación o doble significado dependiendo del idioma en que se haya registrado, eran, bien inadecuadas, bien harto cómicas.
Y como tenía ganas de escribir una segunda parte de ese artículo, aquí tenéis otras marcas que causas hilaridad o pena, depende del cristal con que lo mires.


KAGADA CORPORATION
Como la propia fotografía nos indica, la corporation puede tener mucho éxito y un edificio supercool, pero su nombre nos indica todo lo contrario. ¿Será una corporation de creadora de perfumes o ambientadores?




HERPES PIZZA
¡Y con nuestra oferta de fin de semana, llévese dos pizzas medianas con doble de diurético y bacterias de pantano a mitad de precio!




SEGUROS CARABOBO
¡No lo dude! Así se le pondrá el careto cuando compruebe que nuestros precios no tienen competencia en el mercado. ¿Seguro de vida? ¿De accidente? ¿De piso? Seguro, Carabobo






EXTINTORES PALMA PEÑA
¡Pocas bromas con el nombre! Sólo faltaría que la empresa estuviera junto al parque de bomberos o una funeraria




BOLLO FILIPINO CLASSIC PUTO
¿Puede ser que quisieran ponerle el nombre del perrito amigo de Mickey Mouse y se olvidaran la L? ¿No? Pues si no es así, ¡que pasada de bollito filipino!





MITSUBISHI PAJERO – MONTERO
Historia completamente cierta. El Mitsubishi Pajero tuvo que cambiar su nombre en España por el doble sentido de la palabrita, y lo llamaron Montero. ¿Qué coche tienes? Un pajero. Ya, claro, y yo un gayola.



NISSAN MOCO
A este no le cambiaron el nombre. De hecho, creo que ya ni salió al mercado español. ¿De qué color los harían?





ALTA CHARCUTERÍA MORTE
¿No se os ha pasado por la cabeza que, si Sweeney Todd, el peluquero/carnicero protagonista del musical del mismo nombre, hubiera montado una charcutería, éste hubiera sido el nombre más idóneo?






AGUARDIENTE QUE TE DEN POR EL… CULO
El creador de este aguardiente es un cachondo de mucho cuidado, porque es de la misma empresa que el licor Hijoputa que incluí en el anterior artículo. Me ha sido imposible saber de qué está hecho, pero si entráis en su página web, alucinareis con sus otros licores: Don Pedo, Dulces Orgías, La Cojonuda o Chochinos, entre otros. Confirmado, el dueño de la empresa es, también, el catador de sus productos





BURGOS – JUGUETERIA CHAPERO
Real como la vida misma, y encima una juguetería








CÓRDOBA – PARQUE INFANTIL ZORRILANDIA
¿No os da la sensación que el mundo ya no es lo que era¿ ¿Nos estamos volviendo locos con las marcas?







FOLLADOR NURSERY SCHOOL
¡Confirmado! No nos estamos volviendo locos… ¡lo estamos ya!





TEKA GAS
Esta fue la idea primera que quiso utilizar la marca de electrodomésticos para promocionar su primera cocina de gas, hasta que uno de los trabajadores les preguntó: ¿seguro? Cuando lo hubieron leído y releído unas cuantas veces, decidieron que la frase publicitaria fuera: Cocinas de gas Teka. Sencilla, simple y sin dobles sentidos.






LAPUTA GARDEN
Si la Queen tiene un palacio o una colina, ¿por qué Laputa no puede tener un garden? Pues eso.








BOUTIQUE PENE
Quizás la dueña se llama Petronila Nevado y jugó con las primeras letras del nombre y el apellido. Quizás no se dio cuenta de cómo quedaría. Quizás, quizás, quizás








MASTUR BAR
Este sí que no tiene justificación porque, me apuesto lo que uno quiera que… ¡lo puso adrede!